El ser humano aprende con todo su organismo para integrarse mejor al medio físico y social donde se desarrolla, atendiendo a las necesidades biológicas, psicológicas y sociales que se le presentan en el transcurso de su vida. Estas necesidades pueden denominarse dificultades u obstáculos. Si no hubiese obstáculos no habría aprendizaje. Toda elaboración de cultura (artística, científica, filosófica o religiosa) tiene origen en los obstáculos que se le anteponen al hombre, obligándolo a conocerlos y aprenderlos.
Con esto se entiende el concepto de aprendizaje como: proceso en el cual el hombre vence un obstáculo y mediante este se obtiene un nuevo conocimiento.
La enseñanza se pierde en la escuela, en buena medida por la falta de oportunidad de familiarización con la nueva experiencia, por lo que la nueva información pasa a ser percibida en forma confusa, como si fuese una masa amorfa sin contornos precisos. Es preciso dar tiempo a la familiarización, a fin de que el hecho nuevo adquiera formas precisas de modo que, inmediatamente pueda ser mentalmente reducido a esquemas esenciales que permitan su manejo de forma precisa y para que el alumno tenga posibilidad de una vivencia de familiarización, esto conlleva a un mejor aprendizaje.
El aspecto emocional es también de gran importancia en el aprendizaje, ya que nada se aprende sin colaboración emocional o tono afectivo, pero sin olvidar que además el exceso de emoción es perjudicial en el proceso de adquisición de nuevas formas de comportamiento. El comportamiento humano se modifica por dos razones: por maduración o por aprendizaje.
En cierto modo, la maduración condiciona todo el aprendizaje. Dicho en forma más explícita, hay formas de comportamiento que dependen de la madurez, como por ejemplo: hablar, andar, abstraer, etc. Hay otras formas que, en su aplastante y abrumador mayoría, dependen de la madurez y del aprendizaje, tales como la lectura, la escritura, el cálculo, ciertas formas de comportamiento motor, etc. Se puede decir, asimismo que para efectuar cualquier aprendizaje se requiere de un cierto grado de madurez orgánica y mental, cuando no se respetan estos aspectos pueden haber daños irreversibles en la persona.
El proceso del aprendizaje parece desenvolverse a través de las siguientes fases:
Fase sincrética: Se refiere al momento en el que el individuo recibe el impacto de una nueva situación, la que puede provocarle un estado de perplejidad, donde los elementos del conjunto situacional parecen estar colocados sin mucha lógica o significación aparente.
Fase analítica: Las partes del todo percibido son separadas y analizadas. Cada parte es aprehendida en su individualidad y en sus relaciones con las partes próximas.
Fase sintética: Parte final donde las partes son unidas mentalmente con base en lo comprensivo y lógico, que son el conjunto de la situación. Las partes ahora pierden sus detalles para ser aprehendidas en sus aspectos fundamentales, con relación a la situación total.
También existen modos diferentes en los que el ser humano aprende, estos son:
Aprendizaje por reflejo condicionado: Es el más simple, consiste en sustituir un estimulo natural por otro artificial, con el fin de obtener una respuesta similar a la alcanzada por el primero. Luego de un numero regular de repeticiones conjuntas de los dos estímulos, la sola representación del estimulo neutro pasa a provocar la respuesta, es decir, el estimulo artificial pasa s remplazar al especifico en la obtención de la respuesta de este ultimo.
Aprendizaje por condicionamiento operante: Es el que se establece cuando determinada forma de comportamiento es practicada por el individuo y seguidamente es graficada o recompensada. Por ejemplo si un niño recoge una cuchara del suelo y la coloca sobre la mesa y el acto es elogiado, este lo repetirá por veces ilimitadas para volver a ser elogiado, ya no importando el objeto que sea. La diferencia entre estos dos aprendizajes es que el primero es involuntario, y cuya recompensa es anterior al comportamiento deseado y el segundo es voluntario e involucra procesos mentales superiores.
Aprendizaje por memorización: Este asigna una gran importancia a la repetición de datos, números, sentencias o movimientos claramente definidos y que deben ser fielmente reproducidos. La memorización es necesaria para aprender; puede decirse que “todo aprendizaje es memorización”, ya que lo que no se ha conservado no se ha aprendido. Toda fijación e integración del aprendizaje no es más que un trabajo de memorización.
Aprendizaje por ensayo y error: Resulta cuando el individuo es colocado frente a una situación problemática más compleja, que lo deje un tanto perplejo, de modo que inicie un esfuerzo por vencer la dificultad en base a un tanteo o mediante tentativas de solución orientadas por un mínimo de discernimiento.
Aprendizaje por intuición: es el que se lleva a cabo por una visión del entendimiento, alcanzando la comprensión de un hacho en forma directa, sin el auxilio de intermediarios, como las formas del razonamiento, la demostración o la experiencia.
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